El
español rioplatense o castellano rioplatense es un dialecto del español hablado
en Argentina y en Uruguay; también está dividido por países entre el español
argentino y el español uruguayo. Su uso se extiende en la zona de la cuenca
del Río de la Plata, por consiguiente en una extensa zona de Argentina y en la
totalidad de Uruguay, y otras regiones aledañas. Centrada en las aglomeraciones
urbanas siguientes: Buenos Aires y su área metropolitana, Montevideo, Rosario,
La Plata, Mar del Plata, Santa Fe-Paraná y Bahía Blanca, cada ciudad con su
correspondiente conurbano o área metropolitana. Estos son los focos
poblacionales más importantes de la región, esta variante idiomática extiende
su influencia cultural a zonas geográficamente distantes, sobre todo a través
de los medios audiovisuales, en los que es el lecto estándar para Argentina y
Uruguay. En las regiones que muestran lazos estrechos de comunicación con otros
países —como las fronteras con el suroeste (occidente) de Bolivia, Paraguay o
Brasil—, en que las influencias de otros idiomas, como el quichua, el guaraní,
y el portugués —por ejemplo en el caso del norte de Urugua son notables, ha
llegado a fusionarse con estos, creando distintas variantes. No obstante, en
los sitios con una población relativamente estable desde antes de las oleadas
migratorias de los siglos XIX y XX, es la forma más extendida del español en la
región.
Yeísmo
Como el
español en general, el español rioplatense es rico en alófonos. El más
distintivo de los mismos, típico del grupo de dialectos del centro de
Sudamérica, es, sin duda, el yeísmo; al igual que en la mayoría de las zonas
del español peninsular y otros dialectos americanos, el español rioplatense
perdió la distinción entre la antigua consonante lateral palatal aproximante
representada por la grafía ‹ll› y la antigua consonante palatal aproximante
representada por la grafía ‹y›.
Sin
embargo, mientras en la península ibérica ambas se realizan normalmente como
una semiconsonante [j] o su alófono [ʝ], en el Río de la Plata se desplazaron a
una pronunciación postalveolar. Antiguamente, la pronunciación era
predominantemente sonora (llamada "zheísmo"), [ʒ] o [dʒ], similar a
la representada por la grafía j en francés y portugués; no obstante, desde el
último cuarto del siglo XX se nota una marcada tendencia, arraigada en la
población más joven, muy particularmente en Buenos Aires, Montevideo y Rosario,
a preferir la sorda [ʃ] (llamada "sheísmo"), similar a la
representada por la grafía ‹sh› en inglés.
Es
importante aclarar que en áreas en que el rioplatense coexiste con otras
variedades, tal como sucede en algunas partes del noreste de la Argentina,
especialmente en la región guaranítica, la población diferencia entre la ll
palatal lateral y la y. Esta misma distinción se da en zonas del noroeste
argentino, como la provincia de Jujuy, en que se también se habla español
andino.
Seseo
Como en
la mayoría de las variedades del español fuera del centro y norte de la
península ibérica, la rioplatense sesea, es decir, no desarrolló la consonante
fricativa interdental sorda /θ/ que, en la mayor parte de España, es el valor
de la grafía ‹c› o ‹z› y permite diferenciarla de /s/, escrita ‹s›. Esto
provoca numerosos casos de homonimia que no existen en el español peninsular y
ha inducido por lo tanto a modificaciones en el vocabulario.
La /s/,
por su parte, aunque se considera nominalmente una consonante fricativa
alveolar sorda [s] —de tipo dental, y no ápico-alveolar como en el norte de
España— es extremadamente lábil en su segmentación, y tiende a asimilarse a los
fonemas adyacentes. No es infrecuente que se aspire al final de la sílaba,
sustituyéndose por una consonante fricativa glotal sorda [h] o aún una vocal
sorda; así, ‹casco› se pronunciaría [kahko]. Alternativamente, al final de la
palabra puede enlazarse con la vocal inicial de la palabra siguiente (Las Heras
[la'seras]), una pronunciación considerada a veces más culta. La elisión total
de la /s/ frente a vocal o final es más rara, y está limitada al habla más
popular. La frecuencia de la aparición del fenómeno de la aspiración y su
intensidad varía de acuerdo a las distintas zonas geográficas donde la variedad
rioplatense es hablada, siendo más común y marcado en pequeñas localidades y
áreas rurales, y menos común en las grandes urbes de la región (Buenos Aires y
Montevideo).
Del mismo
modo, otras fricativas y la consonante vibrante alveolar /ɾ/ pueden elidirse o
aspirarse también en final de palabra, acentuando el ritmo de alternancias
entre consonantes y vocales.
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